Los buenos resultados de las salmoneras, empujados por el aumento en sus exportaciones, no han logrado convencer a los inversionistas en el mercado de capitales.
La base de las bajas están relacionadas con el nerviosismo del mercado a nivel global. Sin embargo, existen otras razones a nivel de industria, que han afectado a las acciones del sector.
Según el analista de Euroamérica, Andrés Galarce, pese a que las empresas mostraron “excelentes resultados”, el precio del salmón se ha visto con una fuerte caída.
Desde el peak de este año por sobre los
US$ 5,80 la libra para el precio del filete fresco trim D -utilizado como referencia por las empresas salmoneras- el valor cayó hasta los
US$ 4,37 a fines de junio.
Un retroceso que, según las propias empresas salmoneras, se ha debido en gran medida al aumento de la producción salmonera en Noruega.
Adicionalmente, la aparición de la cepa no virulenta asustó a muchos inversionistas, que recordaban los estragos causados por el virus ISA hace un par de años.
Las cenizas volcánicas del cordón Caulle también afectaron al valor en bolsa de las salmoneras. Sin embargo, ninguna de las que se cotizan en bolsa sufrieron daños.