El vicepresidente del Partido Socialista, senador Juan Pablo Letelier, aborda con DF sus expectativas respecto a lo que debería suceder en el Comité Central de mañana. Es categórico en su desacuerdo respecto de que algunos socialistas se dejen llevar por las encuestas en su inclinación por la figura de Alejandro Guillier. Pero, por sobre todo, plantea que la instancia que sesionará este sábado, con la ausencia de la timonel, senadora Isabel Allende, debe debatir acerca del rol de la colectividad en el gobierno y su posición frente a la Presidenta.
Al revés de la mayoría, sostiene que los partidos son los responsables del desorden en el gobierno, aunque no lo quieran admitir.
- ¿Cuáles son sus expectativas para el Comité Central?
- Que se inicie un debate y un proceso de reflexión para ver cómo enfrentamos las próximas contiendas políticas y electorales.
- ¿Y qué definición debiera tomar respecto de su relación con el gobierno?
- Espero que sea de respaldo sin condiciones.
- Incondicional.
- No, sin condiciones, que no es lo mismo que incondicional. Nosotros hemos dado opiniones en temas que nos gustaría que se nos escuchara y no siempre hemos sido escuchados. Pero más allá de cualquier debate, espero que en el Comité Central se plantee el respaldo sin condiciones a la Presidenta, que no significa ser obsecuente.
- ¿La mala evaluación del gobierno podría facilitar la irrupción de populismos?
- Cuando hay un gobierno electo por una coalición que ha tenido dificultades, como las hemos tenido, soy de los que cree que en el peso relativo de la responsabilidad, los partidos tienen una responsabilidad más grande de lo que muchos quieren reconocer. Yo le atribuyo más responsabilidad a los partidos que al gobierno. Esa es una dificultad que repercute en un mal desempeño del gobierno o en la valoración que la sociedad tiene de nuestro desempeño.
En ese contexto, pueden surgir aquellos que se desmarcan de la política, primero, y junto con eso fenómenos “populistas”, esto es tierra fértil para aquello. Por eso, me parece probable que tal como hubo un Trump, haya un Farkas en Chile.
- ¿Cuál es la responsabilidad del PS en eso?
- Junto con el debate del candidato presidencial, que es fundamental, como partido debemos tomar nota de que tenemos una tarea con el gobierno que es fundamental y que es gobernar bien. No es gobernar bien cuando las bancadas del gobierno rechazan los proyectos del gobierno. No lo es cuando líderes destacados de las bancadas parlamentarias de la coalición oficialista se dedican a criticar más al gobierno que a ayudar a gobernar y a sacar las cosas adelante.
- En ese sentido, ¿el PS está en deuda con el gobierno?
- Ya hemos conocido los fenómenos de los díscolos y lo que pasa es que estamos conociendo una nueva generación de díscolos y eso le hace muy mal a la política.
- ¿Y cómo está el PS ahí?
- El PS sí tiene corresponsabilidad en el desorden y quien esté libre de culpa que lance la primera piedra. Como yo soy del partido de la Presidenta, creo que tenemos doble responsabilidad, una falta nuestra es doblemente grave y siento que muchos no han comprendido eso, no lo han asumido.
Hemos tenido compañeros que no han comprendido su rol y responsabilidad histórica y no tiene que ver con ellos como persona, sino con nuestro compromiso ante la sociedad. Y siento que nosotros como PS hemos estado en deuda y estamos precisamente tratando de rectificar aquello.
- ¿Qué le parecieron las críticas al ajuste de gabinete?
- Soy minoría en eso, pero a mí no me molestó lo que hizo la Presidenta en el ajuste de gabinete.
- ¿Por qué? porque si bien la mayoría acató no están de acuerdo.
- Con el ajuste de gabinete, la Presidenta dio un golpe de autoridad. Hay muchas formas de hacerlo, pero lo que nos dijo es que el gabinete lo elije ella. Pero también dijo otra cosa: ‘si ustedes estuvieran ordenados, actuando coordinadamente, si estuvieran actuando de una forma distinta, probablemente esta conversación también sería distinta’. Por tanto, mi esperanza es que este sea un punto de inflexión, porque permite que retomemos un quehacer más ordenado, colaborativo, de mayores complicidades, entendiendo que la Presidenta es la jefa de Estado, de la coalición, que tiene que sacar adelante esta tarea y que ha significado que los partidos se plieguen a ese esfuerzo.
“Hacia un proceso participativo”
- ¿El ingreso de Insulza a la carrera presidencial asegura primarias en el PS?
- Si la mayoría del Comité Central dice que resolvamos a través de primarias, claro; y si toma la decisión de que no quiere llevar candidato presidencial, también puede ser.
Como vicepresidente del partido no me voy a cerrar a ninguna de las alternativas. He procurado generar condiciones para que el partido tenga un debate y resuelva lo mejor en función de sus intereses y de los intereses colectivos. Por eso, mi incomodidad cuando algunos diputados plantean posiciones sin discutirlas internamente.
De la misma forma, no me gusta cuando descalifican a alguno de los liderazgos. Porque, Lagos, Insulza y Atria, son todos liderazgos de los que nos deberíamos sentir muy orgullosos, de la misma forma que de Isabel. Debe haber un debate político y no personal de lo que necesitamos hacer para este nuevo periodo.
Es evidente que si hay más de un candidato, eso se tiene que resolver a través de un proceso participativo y en el que no sólo participen los militantes del PS. Pero esa es mi opinión, es algo que llevaré al debate del Comité Central y veremos cómo lo resolvemos.
- ¿A qué atribuye que algunos se sientan inclinados a poyar a Guillier?
- Ese es otro debate que tiene que ver con la responsabilidad de los partidos con el gobierno y el programa y cómo el éxito del gobierno o el descenso del gobierno afecta a los candidatos. Y eso es lo que probablemente explique la posición de Alejandro Guillier que se trata de desmarcar del gobierno, de la presidenta Bachelet, de los partidos. Que es una forma que alguna gente tiene, no es la mía, pero Alejandro Guillier no es el primero y no creo que sea el último que reniegue de los partidos.
- ¿Cómo afecta al ex presidente Lagos responsabilizar a Bachelet de errores como el Transantiago?
- Sólo puedo hablar por lo que he leído, pero lo que quedó -independiente de su intención, porque no puedo creer que su intención haya sido hacer una crítica al primer gobierno de la presidenta Bachelet- es un gesto que parece de deslealtad con la Presidenta. Y eso es algo que no lo hace aparecer bien.