El terremoto político que generaron las declaraciones del presidente del PPD y vocero de la Nueva Mayoría, senador Jaime Quintana, en orden a que este gobierno usaría “una retroexcavadora para destruir los cimientos del modelo neoliberal”, encendieron las alarmas al interior del bloque oficialista sobre las características que debe tener quien asuma el rol de portavoz del conglomerado.
Y es que aún cuando algunos personeros de la coalición reconocieron compartir “el fondo” de los dichos del parlamentario en cuanto a la necesidad de hacer en Chile transformaciones profundas, los más cuestionaron la forma empleada por el titular del PPD, porque afectaría al clima de diálogo que buscará impulsar el gobierno para sacar adelante los proyectos de ley comprometidos y donde requiere en algunos casos los votos de la oposición.
Además los dichos de Quintana surgen a días que La Moneda ingrese para su tramitación el proyecto de reforma tributaria, que ya a generado reparos del mundo gremial.
En este escenario, es que al interior del bloque de gobierno ha comenzado a generar inquietud tanto la idoneidad del vocero como el mecanismo empleado para su elección.
Y es que cuando los presidentes de la Nueva Mayoría se volvieron a reunir a principios de marzo para definir quien sucedería al hasta ese entonces coordinador de la coalición, el titular del PS, diputado Osvaldo Andrade, optaron por “un sorteo” que arrojó las vocerías para los primeros cinco meses de este año y que coinciden con los primeros 100 días del gobierno.
Así, mientras Quintana tiene la vocería durante marzo, en abril le correspondería al presidente del PC, diputado Guillermo Teillier; y en mayo al recién asumido titular de la Izquierda Cristiana (IC), Cristián Méndez. Durante junio y julio, en tanto, las vocerías recaerían en los titmoneles del MAS, senador Alejandro Navarro y del Partido Radical (PRSD). Este último partido, además, elegirá a su presidenta el próximo 13 de abril.