El complicado panorama que experimentó la economía chilena en 2015, con una desaceleración en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por segundo año consecutivo, impactó en la posición financiera de las familias y empresas chilenas.
Así lo revelaron las Cuentas Nacionales por Sector Institucional, publicadas ayer por el Banco Central, las cuales arrojaron que el aumento en el endeudamiento de los actores locales alcanzó un nuevo máximo desde que se tiene información disponible (2003).
Al cierre de 2015, la deuda de los hogares sobre el ingreso disponible alcanzó a 63,4%, 1,9 puntos porcentuales (pp) más que en el año anterior. La razón fue un incremento en los créditos, principalmente los de largo plazo, asociados a la compra de una vivienda (hipotecarios).
El aumento en el stock de préstamos llevó a que la riqueza de las familias disminuyera 1,8 puntos porcentuales respecto de un año atrás, a 153,3% del ingreso disponible. Esto, pese a que la tasa de ahorro subió 0,9 pp en el ejercicio, llegando a 10,4% de los recursos percibidos.
Efecto tipo de cambio
Las empresas no financieras cerraron 2015 con un escenario similar en términos de endeudamiento, ya que los pasivos subieron 8,3 puntos porcentuales hasta 116,2% del PIB. De acuerdo al Banco Central, en el aumento influyó principalmente el efecto de la depreciación del tipo de cambio en los pasivos en dólares, principalmente títulos de deuda colocados en el exterior y préstamos. De hecho, la deuda externa del sector aumentó 7,2 pp en relación al cierre de 2014, llegando a 53,6% del PIB.
Adicional a estos factores, el instituto emisor resaltó que en el período “se registró una importante operación de créditos externos entre empresas relacionadas”.
Por el lado del ahorro, las noticias tampoco fueron muy buenas, ya que a raíz de la disminución de los ingresos en 1,4 pp y un aumento de 0,3 pp de los impuestos y transferencias corrientes netas en el período, las reservas disminuyeron en 0,6 pp, situándose en un nivel de 8,4% del PIB.
La baja podría haber sido mayor, pero logró ser compensada en parte por una menor distribución de utilidades por parte de las empresas públicas y de propiedad extranjera, principalmente.
El endeudamiento del gobierno se sumó al comportamiento de los hogares y las empresas y terminó con un alza de dos puntos porcentuales, situándose en un 19,9% del PIB, debido a una mayor emisión de bonos tanto a nivel local como externo, aunque el central recalcó que esto estuvo “en línea con el calendario de emisión de deuda fiscal”.
En este contexto, la tasa de ahorro de la economía chilena se situó en 20,4% del PIB durante 2015, un descenso de 0,5 puntos en comparación con 2014 y determinado por un alza anual del ingreso nacional disponible de 6,9%, inferior a la expansión del consumo final de 7,7% anual.
