Chrysler recortó sus expectativas de ganancias para todo el año, mientras lucha por producir suficientes autos para hacer resurgir el mercado de automóviles en EEUU y aguantar el costo de retirar casi tres millones de vehículos.
El fabricante de automóviles, en el que Fiat ha confiado fuertemente en los últimos años, dijo que estaban reduciendo su pronóstico de ganancias anuales en hasta
US$ 500 millones, enviando a la baja las acciones de la matriz italiana. En su pronóstico, en el que Chrysler culpa un déficit en la producción que resulta de la contracción de la cadena de suministro, enfatiza las dificultades en la logística de su rápida recuperación -de la quiebra al auge- en medio de la fuerte demanda por vehículos nuevos en EEUU. La perspectiva del fabricante del Jeep SUV y de los camiones Ram pickup choca con los positivos pronósticos de los rivales en EEUU General Motors y Ford, los cuales elevaron la semana pasada sus expectativas de ingresos anual. El director ejecutivo de Chrysler, Sergio Marchionne, dijo que los problemas que envuelven los componentes de suministro estaban afectando el resultado. “Hemos perdido volúmenes... en una base semanal desde enero”, dijo Marchionne, el también presidente de Fiat. “Estamos tratando de eliminar... estos eventos pero siguen ocurriendo a una tasa lo suficiente para haber tenido que mirar el pronóstico para el año y admitir que el número total... podría estar en riesgo”, agregó.