Una nueva jornada negra anotó el cobre al caer 0,15%. El metal rojo no se desmarcó del pesimismo de los mercados globales
y retrocedió a US$ 3,07763 la libra. Esto, por el temor a que se concrete una recesión mundial, provocando una menor demanda del metal.
Además, aumentaron los stocks en 75 toneladas métricas hasta las 475.025 toneladas.
“La confianza es muy baja y vemos un panorama económico cada vez más incierto, que se expresa en los retrocesos de los metales base y en especial del cobre”, dijeron analistas de Barclays. En RBC siguen optimistas sobre el precio del metal a largo plazo, pero admiten que en el corto plazo es más difícil mantenerse optimista.