Luego de los altos precios a los que llegó el dólar durante enero, cuando alcanzó récords por encima de los $ 730, todo daba para presagiar un nuevo año de retrocesos para el peso chileno. Esto porque en dos años, la moneda había pasado de $ 460 a $ 720, generando una presión inflacionaria importante.
Sin embargo, después de cerrar el segundo mes del año, todo parece haber cambiado. Así, el peso se convirtió en la que más gana terreno frente a su par estadounidense dentro de la región.
En lo que va de 2016, la moneda chilena se ha valorizado 3,15%. De hecho, en la jornada de ayer el dólar llegó a un nivel mínimo, que no se daba desde el miércoles 28 de octubre de 2015, al cerrar en $ 686,50. Todo, tras caer un 0,87% frente al peso.
La moneda local, junto al real brasileño, son las únicas de la región que no se han depreciado en 2016. Mientras la chilena se ha valorizado más de 3%, el real lo ha hecho un 1,68%. Todo el resto cae, con excepción del bolívar, que se mantiene sin variación.
Matías Urrutia, gerente de Mercados Financieros de Vantrust Capital, dice que hay que poner esto en su contexto. “El año pasado, el peso estuvo entre las monedas más depreciadas de la región”, señala.
“La moneda va un poco rezagada en comparación al resto y lo que se ha visto es una recuperación en ese sentido”, agrega Urrutia, quien ve en esta valorización del peso un impulso para la renta variable local (ver entrevista en página 17).
Los factores que lo impulsan
Un elemento clave en este cambio de tendencia, ha sido la expectativa del mercado respecto de las alzas de tasas que pueda llevar a cabo la Reserva Federal de Estados Unidos este año. Si a fines de 2015 se esperaban cuatro, hoy sólo se proyecta que habrá una a fines de 2016 o comienzos de 2017.
Para Alexis Osses, gerente de estudios de xDirect “el mercado está asumiendo como escenario más probable que la Fed será cautelosa en dar el comunicado en marzo y espera que no muevan tasa más de dos veces, no siendo agresivos en su medida de normalización. Por lo tanto, el dólar podría seguir debilitándose”.
A eso se suma la expectativa del mercado de que haya una estabilización del precio de los commodities, los cuales habrían llegado a su piso. Esto, de la mano de una baja en la aversión al riesgo.
De acuerdo a Bci Estudios, esto último comienza a manifestarse en los precios de activos financieros. “Los rendimientos soberanos norteamericanos repuntan e indicadores de volatilidad llegan a los menores niveles del año. En línea con los desarrollos externos, el tipo de cambio tendería a retroceder levemente en el corto plazo”, señala su informe diario.
Mientras, Osses agrega que la tendencia podría profundizarse. “En caso que el Banco Central decida subir tasa de interés y el Imacec sea mejor a los rangos esperados por el mercado, esperamos mayor fortalecimiento del peso y con ello incluso puede ir a buscar los pisos de tendencia en $ 650 - $660 aproximado”, señala.