Suyai concreta su primer proyecto a gran escala para frenar el retroceso de los glaciares
La startup chilena instaló 300 estructuras de acero y geotextil para proteger el Glaciar Arguelles en la cuenca del Maipo. En el largo plazo, busca que la innovación sea una medida efectiva de adaptación al cambio climático.
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Según el último catastro de la Dirección Nacional de Aguas (DGA) de 2014, Chile registra una superficie de 23.641 km2 de glaciares. Sin embargo, en cifras preliminares del nuevo inventario -en desarrollo- presentadas por la entidad a la Comisión de Energía y Minería del Senado en octubre pasado, señala que la superficie actual sería de 21.747 km2, lo que representa un retroceso de 1.894 km2 y 200 glaciares, al menos, habrían desaparecido.
Con el fin de frenar el retroceso de los glaciares, -causado por la actividad humana y el calentamiento global-, hace cuatro años se fundó Suyai y su proyecto Glacier Coolers, que mediante la instalación de innovadoras estructuras metálicas de acero galvanizado y geotextil busca proteger los glaciares. En abril pasado concluyó su primer proyecto a gran escala en el Glaciar Arguelles, ubicado en la comuna de San José de Maipo, en la Región Metropolitana.
El cofundador de Suyai, coordinador del proyecto y exsubsecretario de Obras Públicas, Clemente Pérez, cuenta que en 2019 instalaron 300 estructuras en el Glaciar Arguelles, las que trasladaron en camión hasta el Refugio Río Blanco y de ahí en helicóptero. La instalación se realizó en ocho días -con estacas y taladros especiales- y cubrió 900 metros cuadrados (m2) del glaciar. La primera semana de abril retiraron las estructuras.
En cinco meses, el proyecto evitó el derretimiento de 2.520 metros cúbicos de agua, "logrando áreas de conservación de hasta seis metros de altura y una disminución de la ablación de un 60%, afirma Pérez, resultados que fueron verificados por el Centro de Investigación en Chile en Tecnología Aplicada a la Minería de la Universidad de Chile (AMTC).
El ejecutivo señala que este primer proyecto les permitió validar la innovación como una medida efectiva para frenar el retroceso del glaciar y en el largo plazo, buscan desarrollar una herramienta de adaptación al cambio climático.
"Es muy poco lo que se hace en Chile en materia de adaptación al cambio climático, es más lo que se hace por reducir emisiones de gases de efecto invernadero, como energías renovables donde se ha avanzado bastante, pero en proteger aquello que ya se está dañando es muy poco lo que se ha hecho", afirma.
Añade que algunos glaciares de la Región Metropolitana se han reducido en 70% en los últimos años, posicionando al país como uno de los más afectados por el derretimiento, tema clave si se considera que "los glaciares de la región Metropolitana en algunas épocas del año, en el verano, son nuestras últimas reservas (de agua)".
La innovación
Pérez, comenta que Glacier Coolers nació un join venture de la empresa Sustentable y de IEC ingenieros, que busca proteger glaciares a través de la instalación del sistema de protección en la zona de ablación del glaciar, es decir, en el lugar donde el hielo se está derritiendo.
"La idea central es que si proteges la zona de ablación del glaciar puedes proteger el resto, porque cuando retrocede o se derrite es como como gelatina, una masa, no es un hielo que se quiebra, entonces al derretirse en un sector, todo el glaciar retrocede", explica Pérez.
El emprendedor comenta que se inspiraron en sistemas europeos geotextiles, a los que agregaron estructuras modulares de acero galvanizado que aumentan la aislación que se produce entre el geotextil y la capa de hielo del glaciar.
Para el desarrollo de la tecnología, han contado con el apoyo financiero de Corfo, de Fundación Chile a través de ChileGlobalVenture, el área de capital de riesgo de la institución y la compañía minera Antofagasta Minerals.
Planes con empresas
El cofundador de Suyai cuenta que han tenido contratos con Antofagasta Minerals y con Aguas Andinas para desarrollar instalaciones de mayor escala.
En el caso de Antofagasta Minerals, están trabajando con el área de innovación en un proyecto para medir el posible beneficio en glaciares rocosos el próximo verano, los que son más difíciles de proteger, porque están cubiertos de roca. "Ya tenemos estructuras en Pelambres y una vez que pase el invierno las vamos a instalar, generalmente lo hacemos en septiembre y octubre y retiramos en abril y mayo", dice.
Añade que en el 98% de los glaciares el proceso de deterioro en el verano es muy fuerte y el de recuperación en invierno es muy débil, por eso, en el balance anual hay un déficit, es mucho más lo que retroceden que lo que se recuperan".